El diario de Madeline-trailer

sábado, 30 de enero de 2010

Prólogo: "La desgracia de los Stryder".


La pequeña niña reía alegremente con su vocecita aguda e inocente. Una mujer de cebello rubio brillante y ondulado, muy parecido al de la niña, y ojos marrones la acunaba sobre su regazo mientras acariciaba el largo y rubio cabello de su hijita. Un hombre de cabello corto y castaño y dulces ojos oscuros, en el asiento del conductor, reía mientras lanzaba dulces miradas a la pequeña niña, su hija.

Una familia feliz viajando en su auto. Ríendo inocentemente, ignorando que pronto todo sería oscuridad, una eterna oscuridad...

Era una noche sin luna, se avecinaba una fuerte tormenta.

-Tenemos una hija hermosa, ¿no es asi, Maddie?-dijo la mujer sonriendo, dirigiendose a la pequeña.

-Es como un angelito.-dijo el hombre, mirando a Maddie.

La mujer iba a agregar algo pero un bocinazo la interrumpió. Su esposo miró por la ventana del automovil. Un camión enorme se acercaba a toda velocidad.

La pequeña Maddie se tomó del hombro de su madre para pararse y ver de donde venía ese ruido. Miró por la empañada ventana del auto. Lo último que vio antes de quedar inconciente fue una luz que le dio en el rostro, cegandola, y oyo el grito desesperado de una mujer:

-¡Madeline!

Luego todo se volvio oscuro...

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Desperté sobresaltada. Aún era de noche. Me levanté de la cama, empapada en un sudor frío. Fui tambaleandome hacia la ventana y me desplomé en el piso, sin importarme que estuviera frío y tan duro que me hacía doler la espalda.

Otra ver ese horrible sueño.

Lo había tenido todas las noches desde que mis padres habían muerto. En realidad yo no recordaba nada de su muerte ni de ellos. No recordaba cómo eran. No tenía fotografías de ellos. Era solo que así, como aparecían en mi sueño, me los imaginaba. Sólo recordaba, de la noche de su muerte, el grito desesperado de mi madre y una potente y cegadora luz. Luego de su muerte, tuve que vivir con los únicos familiares que me quedaban: mis abuelos paternos. Ellos hablaban muy poco de mis padres. Sólo me djeron que habían muerto en un accidente automovilístico.

Parece que la familia Stryder tiene una especie de maldicion, porque todos sus miembros murieron. Ya fuera en accidentes, incendios, o se ahogaron o los asesinaron. Sí, todas muertes trágicas. Pero lo peor es que no se encontró el cuerpo de uno solo ni se confirmó cómo murieron en realidad. Así pasó con mis padres.

Hace poco mis abuelos murieron. Fue horrible. Lo recuerdo muy bien, por desgracia. Mi abuela había enfermado, tenía cáncer. Mis abuelos no tenían mucho dinero, así que no podían tener la mejor atención médica. Por suerte, teníamos un médico amigo que era un muy buen hombre y no aceptó que le pagaramos ni n centavo. Él hizo todo lo posible para salvar a mi abuela, pero no pudo. Cuando nos dio a mi abuelo y a mí la mala noticia, estabamos en el living del pequeño departamento de mis abuelos. Mi abuelo la amaba con locura, no podía soporar vivir sin ella. Así que, cuando el médico nos dio la mala noticia, él tomó la escopeta que estaba apoyada sobre la pared, apuntó a su propia cabeza y apretó el gatillo. Se suicidó. Y yo estaba ahí, presente, mirando, petrificada como su cabeza explotaba y la sangre salpicaba todo el living.

El buen hombre (el médico) pudo cuidarme por un tiempo, pero al cabo de unos años enfermó y también murió.

Asi que ahora, con mis 17 años, vivo sola, en el departamento de mis difuntos abuelos. Tengo un trabajo en una tienda de ropa, para ganar un poco de dinero.

Gracias a mi trabajo duro y dedicación en la escuela, conseguí una beca en una de las mejores escuelas que hay: "La academia costa del pacífico", en California.

Así que esta fue mi historia, la historia de la pequeña y desdichada Madeline, la niña que sobrevivió. La niña condenada a estar sola...